La rabia y el enfado son emociones del mismo tipo, podemos decir que están estrechamente relacionadas, el enfado no resuelto suele conducir a la rabia, y ésta a su vez siempre va acompañada de enfado.
Experimentar emociones es algo natural, e incluso sano en las personas. Las emociones no siempre son positivas o agradables, éstas muchas veces son negativas y nos generan malestar. La rabia y el enfado son emociones que generar malestar y que no siempre son fáciles de controlar.
Los niños y niñas también experimentan estas emociones, en ocasiones sentirán rabia y enfado o ambas emociones. Algunos serán más propensos que otros y determinadas situaciones serán más detonantes que otras. Es fundamental proporcionar una educación emocional a nuestros pequeños, para que sean capaces de controlar sus emociones antes de que estás les controlen a ellos.
Trabajar la rabia y el enfado con niños y niñas es una necesidad. Desgraciadamente solemos dejar de lado la educación emocional y mucho más aquellas emociones negativas, enfadándonos ante ellas y procurando que los niños y niñas las repriman y evitando que lleguen a afrontarlas. Veamos algunas técnicas para trabajar la rabia y el enfado con nuestros niños y niñas.
¿Por qué es importante trabajar la rabia y el enfado?
La rabia y el enfado son emociones naturales e innatas que pueden acompañar al ser humano.De hecho lo harán en determinados momentos a lo largo de su vida. Experimentar determinadas emociones no es malo, al contrario, puede ayudarnos a avanzar, a cambiar aquello que no nos gusta y contribuye a nuestro bienestar. Los seres humanos somos seres emocionales, esto es somos inseparables de nuestras emociones.
Pero cuando estas emociones aparecen y no sabemos gestionarlas de un modo constructivo, pueden llegar a controlarlos y provocar conductas indeseadas y perjudiciales para los que nos rodean y, sobre todo, para nosotros mismos.
Trabajar la rabia y el enfado en nuestros niños y niñas es muy importante, debemos dotarles de recursos emocionales, que les permitan enfrentarse a los desafíos de la vida y controlar las emociones antes de que éstas les controlen a ellos.
Son muchos los ejemplos de conductas disruptivas y violentas que cada día podemos observar, en la calle, en las aulas, en los medios, etc. La rabia y el enfado descontrolados llevan a la violencia y pueden tener muy graves consecuencias.
Técnicas para trabajar la rabia y el enfado con niños
- En primer lugar debes saber que los niños y niñas si pueden controlar su enfado pero no saben cómo hacerlo, solo necesitan comprenderlo y desarrollar las herramientas para ello.
- Explícale lo que son las emociones de enfado y de rabia, emplea ejemplos, puedes usar lecturas, programas de tv, situaciones cotidianas, etc.
- Fomenta la reflexión sobre sus enfados. Pregúntale y escúchale: si sabe lo que es la rabia, cuando ha experimentado enfado, como se sentía, etc.
- Explícale la conexión entre nuestros pensamientos, emociones y conductas, y pídele que de vez en cuando cierre los ojos y se percate de sus pensamientos, de sus emociones y de sus actos.
- Explícale que el enfado es algo normal, ayúdale a reconocer aquellas situaciones en las que se enfadan y cómo reaccionan. Hazle reflexionar sobre las consecuencias de los enfados.
- Utiliza un globo y llénalo de aire. Explícales que la rabia llena el globo y que si no dejamos que el globo se desinfle acabara explotando.
- Enséñales una secuencia para responder ante el enfado, por ejemplo:
- Cierro los ojos y respiro profundamente, centrándome en la respiración (puedo ayudarme contando hasta 10).
- Cada vez que soltamos el aire nos imaginamos el globo deshinchándose.
- Pensamos en cómo nos sentimos: que pensamos, que sentimos y que estamos haciendo.
- Cambiamos los pensamientos que están en nuestra cabeza por pensamientos agradables, aunque tengan que ver con otra cosa. (pensamos en algo que nos gusta, en algo bueno
- Hablamos y explicamos esas sensaciones y pensamientos, sin alterarnos.
- Cuando nos sintamos alterados volvemos a respirar con los ojos cerrados.
- No respondas a su enfado con un enfado por tu parte. Ayúdales a calmarse y recuérdales que respiren y cierren los ojos.
- Refuerza sus logros.
Celia Rodríguez Ruiz
Psicóloga y Pedagoga